jueves, 20 de diciembre de 2012

The Great Gatsby, historia de una ambición.






¿Quién es Gatsby, el personaje que da nombre a uno de los mitos más importantes de la novela del siglo XX? Jay Gatsby es un misterio, el hombre que se inventó a sí mismo y que fue capaz de orquestar una increíble fiesta sólo para deslumbrar a su gran amor Daisy Buchanan. Nadie sabe de dónde ha salido, sólo que se hace llamar Jay Gatsby y persigue un solo sueño en la vida: recuperar al amor de su juventud. Un amor del que se separó años atrás al ser pobretón que nada podía ofrecerle a Daisy, una muchacha acostumbrada a vivir en la opulencia. Pese a ello, Gatsby no se resignó e hizo todo lo que estuvo en su mano para convertirse en un personaje rico y poderoso, aunque no siempre de la manera y con los modos más adecuados. Pero cuando finalmente se reencuentra con su amada y parece que al fin va a concretar su anhelo, la vida se encarga de destrozar la gran fantasía que había creado. 


Gatsby se convierte así en el epicentro de la vida social en una época en la que Nueva York parece ser la capital del mundo, es la edad del Jazz, los felices y cinematográficos años veinte, tiempo de diversión, emociones, cocktails, cabarets clandestinos, y tiroteos, muchos tiroteos. Un mundo de lujos y excesos en el que todo se magnifica, calificado por el propio autor de la novela como "la mayor orgía de la historia", y en el que la apariencia es tan sumamente importante que es capaz de convertirte de la noche a la mañana en un príncipe europeo, una exitosa actriz de Hollywood, o en un héroe de guerra honrado y admirado. En este falso mundo de apariencia y boato en el se desenvuelve como pez en el agua Jay Gatsby, se esconde la crítica feroz a una sociedad que, tras esa falsa apariencia de excesos y opulencia, esconde su falta de seriedad, de compromiso y su incapacidad de sentir algo más que sus mezquinos y más inmediatos apetitos.

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